miércoles, 14 de junio de 2017
Metabolismo
Ciudades extrañas donde el ser regresa a una gasa.
Explanadas semejantes al origen y sus performances.
Ciudades donde la perpetuidad maneja los faros
suspendiendo entre la gravedad
un limòn que grita desorientado en sus ramas.
Los faros -a todo esto y a veces- poseen la extraña
apariencia de una rama.
Y no. No se trata de la acustica de un unicornio.
Pero parece.
Tampoco se trata de un peciolo.
Medialunas en aquellas ciudades donde las casas llegan
a las reencarnaciones.
Soledades de elixires con una utopìa en el pelo.
Improntas en la melodìa de un satànico gurbiòn
empuñando en sus ojos los desastres.
Dioses de escarcha sobre cualquier etiqueta donde
se desvanecen en un alfiler los apendices
y tambièn sus armonìas.
Futuros de armònicas para un pais de cuchillos
y gentilicios.
Botellas marinas que culpan de su deriva en el
oceano a los mensajes encerrados en ellas.
Gimnasias diagonales de un nocturno donde
un soplo manifiesta un opuesto.
Ciudades con ejercicios detràs de una hiperbole.
Detràs de una luz raida por cometas.
Donde metabolizan sus performances los cahorros,
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