lunes, 6 de octubre de 2014
Las Tùnicas de los Eslabones
Algunas veces las estrellas son lagos. Ello
no es sòlo una silenciosa vanguardia que vive
entre jardines de piedra.
-la hierba aqui es de carbono y
su apariencia llega celeste desde el eter-
Ello no es ni siquiera una postmodernidad
que cala en los muelles, es sòlo giro
antropomorfico que rueda en los patios.
Algunas veces las estrellas son una laguna.
Sobre estas y los prados las interpretaciones
desencadenan lirios y cabellos, un primer
equino subido a un monoplaza. Una raciòn de
color encima de la nieve y el retazo olvidado
del tropo en la acuarela. Luego un modelo
platònico y centrifugo buscando en la
superficie de la aguja, su arquetipo. Pero
la tierra pende de otra manera.
Los trasatlanticos reciben termometros y
los ciclopes recorren las peninsulas igual que
un bulbo. Parpadeo de sustancia es el
lenguaje en una medusa. Divino como un poder
en movimiento. Sobre las conchas
gnosticos despliegues de uvas
como estelares branquias sin hemisferios, son
el acontecer de los pàjaros.
Algunas formas
como las estrellas son lagos, perfilan el interior
de una vocal en los vidrios y en las escaleras
donde el cemento aùn reclina preguntas para
un oceano absolutamente imposible.
Un oceano que llena de escamas los peces.
Uno dormido en la estrella mientras
evoluciona hacia los lagos.
Y nosotros corremos solitarios en las tunicas
de sus eslabones.
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