viernes, 3 de octubre de 2014
La Luz de Plàstico
El rìo luce un cuadrado en el pecho.
Flotas de plàstico en una avenida nos
recuerdan cuan cercano el tiempo y
la voluntad en esa aurora donde se
impregnan las estrellas de liebres.
Pienso en las cupulas en la esquina de la flor.
En la luz de plastico del fanal.
En las narraciones de una mariposa violeta en
su destello por las uvas. Sueño en
el recogimiento y su poesìa donde
un ritmo no logra dormir enteramente
por la noche y crear con ella un dìa, un atardecer,
un meridiano abandonandose a una linea
donde florecen los imanes. Vuelvo a
esos imanes ya casi indispensables.
Teoricos de los astros y emperdibles.
Miscelanicos tropos donde el silencio invita
a un pez, a una araña, a la procesiòn eterna
del pelo en un craneo.
Por ello escribo que el rìo sòlo luce un
cuadrado en el pecho, es lo mismo que lucir
un dromedario en la arena. Un liquido
saltamontes de centigrados tiene
poco que oir en este ideario
siempre de puentes y
lejanas colinas.
Donde el eco ya no puede repetir lo
nuestro.
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