martes, 28 de octubre de 2014
En el Origen los Sacerdotes
En el origen los sacerdotes tenìan
el color azul de las alhambras.
Llevaban como ùnico misticismo
un botòn de pìedra en el pelo.
Sus engranajes historicos recordaban
un beso particular de la nieve.
Respondìan a las agujas con un pedazo
de angel en el pecho.
Respondìan desde una clase de rumiantes
muy ligados a lo profètico.
Oscilaban entre pabellones tal como antes
lo hicieron entre estandartes.
Reclutaban paredes de aluminio en los
puntos donde yacìan las de cobre.
En el principio los sacerdotes eran animales
que sudaban siempre ante el mar.
Que dedicados a ubicar el lugar de las fresas
aplastaban el espìritu del trigo.
En el origen los sacerdotes tomaban de la
sed lo que jamàs puede ser conjurado.
Deformaban practicas de escudos en una
saeta donde vibraban las zanjas.
Eran como reliquias de uvas que no
se rendìan a sus antepasados.
Se confesaban nada màs entre dirigibles
y componìan canciones a los helicopteros.
"En el principio los sacerdotes eran
palomas que frecuentaban a los dioses"
Tenìan secuaces procedentes de los higos
y los abordajes a la luna.
Daban por descontada la era del limòn en
los lenguajes de los rascacielos.
Pensaban segùn el equilibrio y dejaban de
pensar segùn el alma.
Desencantados por los dados, seguìan la
direcciòn de los peines.
Creaban el sol diariamente de otra manera
pero nunca lo sabremos.
"En el principio los sacerdotes eran palomas
que frecuentaban a los dioses"
Pero eso ya lo hemos escrito.
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