viernes, 13 de septiembre de 2013

Poesìa II






Junto a una sombra lìrica.
Entre bronces de plata.
En el escalofrìo del fulgor amarillo
de una palidez en el arrobo, cuando
la distancia la colman balleneros y equipajes
de aludes.

-para llegar a nosotros hay que maldecir un
poco decìa el oràculo-

Y acompañados de pigmentos como el aura
De lenguas de coral y mitones, caminamos hasta
el verano con una prenda de vendaval
en la supersticiòn. Tenìamos el escrito
de una escencia donde
la latitud
ovalaba un circuito de archipielagos.
Tenìamos la espina de la punta de una cordillera
sin reglajes ni aceites.
Acampamos entre fuselajes de 
carabinas.
Amarramos un rìo con
pernos de petroleo.
Destruìmos instrumentos con los 
cuales antiguas civilizaciones
oraban a una estrella.
Alzamos una idea bajo ese devenir.
Una que desprendiera 
hemisferios.
Que recogiera hemiciclos sumergidos
de metabolismos.
Bajo alabastrinos. 
Sobre remeros de caos.
La aguja en eliridio donde los nùmeros
tomaban heuristicas
contradicciones 
donde el lirio se abrìa a lo arboreo.

Si el primer descenlace era de seda escribimos
El segundo nos llevaba a la metàfora.

Este poema era su viaje.



Guillermo Paredes Mattos

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