lunes, 23 de septiembre de 2013
Idiosincracia del Poema
El poema es un ajuar que la experiencia
desconoce.
Una idiosicracia que la luz conquista a
travès de un fracaso.
De traficos embotellamientos.
Un nicho donde la indiferencia nos habla
de alabardas.
El poema se fermenta entre nubes y
depilaciones.
Enciende el monòlogo de una casa y
otra lleno de esterilizaciones.
Se despierta de la naturaleza, muy lejos
y sin tradicion de poeta.
Su lirica desconoce el tramite de
ciudades prolipopilenicas.
Fuerza su forma: ese es uno de sus
abismos.
El poema es el dìa agnostico de los
reflectores.
La melodìa del creyente con una
caminata prohibida.
El aliento de una flor y su plaga con
pestes de belleza.
La extrañeza de circunferencias
y ortodoxas maneras de soñar bajo
el acido.
Simbologicas navegaciones
como una episteme lo convierten
a veces en planeta;
una forma de
entender su propia soledad
lo llenay quiebra
de satiros.
Y al entregarse al gorjeo
encerrado en los satiros;
su crepitar es ràfaga
silueteando una vez màs su
ser mitòlogo. Alguna vez tradujo
desde esta condiciòn mitologìas.
El poema sòlo toca una rada,
un delta con ojeras
de halògenas
ideografìas.
Donde lo esporadico
no es inspiraciòn
ni proeza.
Y aunque el poema sabe que
ha llegado al poeta.
Los dos se alejan silenciosos
y muertos.
En ese momento ninguna de
ambas cosas importa.
Guillermo paredes mattos
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