miércoles, 4 de septiembre de 2013
Nenufares de Alquimias y Quimeras
Cualquier disciplina con una làpida.
A la vez, toda temàtica desde un fluorescente.
Cualquier inspiraciòn de inocencia
al rebanar, al caminar arrastrandose
por un habito
con la sencilla tònica
de materias creadas por quiromancias.
Cualquier quiromàntico porque mitad
de su vida està en las mancias
y es curioso que como elemento
prefijal estè ligado a la palabra
por estar en las manos de
quien labra.
Pero esta noche es quìmica e hidrògena.
Esto esotèricamente relatànlo
relojes. El escrito de las alquimias.
Los pergaminos de una quimera.
Y dado que todo quiromàntico
ejerce quiromancia entre halos
- hay que ser reiterativo-
voy a escribir proselitista y prolegòmeno,
bajo estas condiciones pondrè
el contenido del pino
en el interior del abedul.
Esa interpretaciòn es algo extraña,
coincidirà a veces con la magia.
Serà proselitista porque creemos
que se debe a muchedumbres.
Prolegomeno, pues es aqui donde
florece su intuiciòn.
Toda disciplina es una tumba.
Un ancestro romàntico nocturno.
Un vigìa que regenta por reglaje.
Impresionantes son sus tomos y
el destino de su ideologìa.
El destino de su idea no es màs
que otro acontecer de una mancia.
Uno quimico.
Andromaico.
Obrero helènico voceado por la
adivinaciòn en los interiores
del individuo.
De ese proselitista y prolegòmeno.
Pero sobre todo recuerde
-como esta textualidad-
asi està escrito en las alquimias.
Porque lo dictan las
quimeras.
Guillermo Paredes Mattos
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