sábado, 28 de septiembre de 2013

El Aleteo de una Carta






Habìa olvidado esta carta.
Sus palabras como un testamento que
hasta hoy no habìa tocado.
Si pensara profèticamente dirìa que èste
y no otro serìa el momento
de leerla.
Cosa que pienso, pero naturalmente
la memoria posa su huella y dice: sòlo
es una carta olvidada. Eso sì, algo
en ella ha madurado: asi como
en los àrboles maduran 
los frutos. Es algo inevitable.

Una carta. Al leerla seguramente
evocarè un espacio fisico y humano
olvidado. Un espacio que existe
en el tiempo convertida en 
cenizas. Me doy un instante y pienso
de què estarà hecha la llama
del tiempo que consume 
los hechos.

Y pienso en esa llama porque 
nunca he de verla.

Ella perpetuamente debe girar
en otros nucleos.

De esa manera otras cosas 
arden.

Pero vuelvo a recordar una carta.
Sus palabras caminan ahora en mi mente.

Lo ùnico contemporaneo es su 
recuerdo.



Guillermo Paredes Mattos

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