sábado, 16 de septiembre de 2017
Naturaleza
Donde se forma el àngulo hay una sombra.
Un tejido magnetico que entre lo invisible
se dirige a un destello.
A una mansiòn blanca de dijes.
A una dimensiòn que de noche recoge visagras.
Alfileres.
El matiz religioso que toma una corola entre lo
febriscente.
Entre aquello que a nadie le importa.
Donde se forma un cometa con un pedazo de
niebla.
Con una estrella que besa la herradura de una aleta.
De un sonido trazando ecos en la memoria
de sus orgìas.
Entre cuarteles rojos de piedra con diamantes
o soplos que la inmesidad recibe en una cronica de
porcelana donde los objetos apuran su llegada.
Sus contrastes.
La tarea frente a la arena que poseen sus
opuestos.
Sus narraciones que en el fondo de un animal
vuelven a lo reciproco.
Y lo reciproco es siempre esta lluvia.
Este frìo por la mañana lleno de mandibulas.
Lo reciproco es siempre el corte del
espiral. La andanada.
La herida que tiene como base el conocimiento
pero no se queda en èl. De ello alguna vez se desprendiò
la naturaleza.
Esa que conocemos como humana.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario