jueves, 14 de septiembre de 2017
Lance Racional
La voz duerme en el muelle.
Descansa de los pètalos o una rada entre
la imaginaciòn.
De sus eventos al final de la bruma. Junto a
un matìz invertebrado
o una cebra
que asistie a un lance racional como los que
poseen en sus ojos las corolas.
El invierno en los parpados sigue siendo ambiguo.
Mediterraneo como alguna hojarasca.
Igual a una oraciòn en las sienes o el parentezco
que asumimos con las algas
durante una primavera de galeones en
la punta de un alfiler.
En las coronas de los espigones.
Filtros de agua en un castillo de dijes.
Todos entrenados por las helices de una tribuna
luego de un tintineo fantasmagorico.
Despuès de un poniente en que la sensibilidad
ha encontrado sus callos.
Y no son cosa poetica ni muestran cualquier
inteligencia mordiendo la madera. No.
Son nada màs que un craneo que besa sus
preguntas de manera amarilla.
Igual como besa sus objetos el otoño.
De esa manera.
De esa forma tan desesperadamente sintetica
tambièn estoy atado a ellos.
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