martes, 19 de septiembre de 2017

En las Pupilas








Una comparaciòn suele darse con  la finalidad de llegar
al equilibrio.
Un equilbrio puede ser una playa llena de langostas.
Un profundo desembarco de estèticas.
Ese mismo desembarco de esteticas en una cola.

Una comparaciòn suele darse muy cerca de los hibridos.
En una historia donde llegan a las nueces todo invertebrado.

-pero no todas las historias terminan asi-

Otras lo hacen en los calculos del pecho.
En los mentones que presagian de noche formas
de neumàticos en una proa lejana.
Entre perfiles sucios de crestas y  nombres que giran
en los àrboles.
En la intenciòn de la luz en una aguja.

En el secreto de un alfil que ruge en los craneos.
Que lìmita con la carne y las fronteras.
Con el hilo cansado de una gota de azufre en la 
nieve. 

Entre diccionarios de saliva y daguerrotipos.
Sobre savias que llenan de ejercicios dogmàticos 
sus monitores.
En los jaguares que lanzan sus cuchillos.
En esa imaginaciòn que se descubre a si misma como
parte de la niebla.

En las sociedades sin pelo.
En las elipses sin costras de los acantilados.
Junto a un cuerpo que llega del amanecer sumando
una derrota azul a su experiencia.

Una que en el reflejo de sus ojos aùn sostiene
una estrella.

Esa estrella que en extrañas situaciones.

Se deja caer desde las constelaciones para
logran incrustarse en las pupìlas.











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