martes, 5 de noviembre de 2013
Religaciones Sobre la Metàfora
Puedo perdonarme cierta matemàtica.
Algun polìgono. Escribir irracional
siempre al lado de una conciencia: una
que grite metàfora.
Considerar que si camino o frecuento
uno de mis mùsculos,
mi viento fratricida asomarà
lenguaje en soplo,
de ser ternario
y entre buceos la ironìa oirà,
la soledad de este quiste impulsado
por hojas y ramplas.
Què cacofonìa màs quiero.
Aquì, siempre se està anunciando una resta
u otro incienzo
sin restaurantes ni cafes con los
olmos. Con un poco de aliento ensimismado
-eso sì- inevitable.
Todo lo inevitable parece estar
unido al destino, pero aquì
lo linguistico piensa
lo gramatical como
un trance.
Al final del trance quienes
respiran entre la
gasolina son las
estrellas.
Y sinòpticas materias
de pus,
habràn creadose por
carencias que toda ciencia marìtima
deja en la marea.
Eso es una conjunciòn, de acuerdo.
Pero es una matemàtica
que no puedo
perdonarme.
Y este poema ha de morir
cristianamente - sin balacera alguna-
en ese trance.
Guillermo Paredes Mattos
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