domingo, 17 de noviembre de 2013

Articulaciòn de un Grial






Junto a la armonìa las cosas
son tambièn equinoccios.

Constelaciones donde 
se originan las calles.

La voluptuosidad del cipres
junto al velo.

El orden amarillo y monarquico
de los morteros.

Un caos de acero mientras 
la lluvia torna a los dragones.

O el mar dejando hialinamente
que una contextura riele.

Despuès la humareda sobra a 
las colinas hasta un adjetivo.

O una condiciòn de almenares
ebria de rieles.

Continuidades semejantes al 
cefiro inundando una marea.

Allì conociste el oceano como
lo hace una despedida.

Peinaste seguramente algùn
alquiler en tus ojos de agua.

Proseguiste el curso de la mirada
mientras se introducìa en 
los espejos.

En ese lapso te viste entre astillas
que dimensionaban un campo de golf.

Astillas ya no arpegios pero semidioses
de polvora y griales.

Y descubriste que llegar a ese punto
era solamente otra armonìa.

- uno de sus rostros era la soledad-

Una armonìa de la cual ya no habìa
regreso.



Guillermo Paredes 

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