viernes, 8 de noviembre de 2013
Nasciencia del Racimo
Vivir es solido.
Nos da la coherencia entre la noche
y la distancia.
Ofrece un sacrificio si no estamos
preparados para ellos.
Dosifica el alma en innumerables percusiones
Mata lentamente como una araña.
Es orfico.
Perfido y orfico como las molèculas.
Es sugerente, insòlito, nos deja solos en
los oidos donde nace el bajel
con la respuesta a un
cantaro durmiendo
en un molino.
Nasciente en la posibilidad
de las colinas.
Nasciente con omnisciencias
de una versiòn que
al singularizar el estilo de su
racimo, devuelve
una ceremonia en las veredas.
Vivir es sòlido. Y es en este
momento donde me deja elegir.
Y puedo tomar el verso
del racimo.
Por màs que este verso no
nos diga nada.
Al afirmar todo lo contrario.
Guillermo Paredes Mattos
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