miércoles, 6 de noviembre de 2013

La Selva de Alevines






Tenemos registros de 
radioactividad.
Ilusiòn de titulos u oidos
de plata evanescentes.
Nos dijeron que la orilla
despertaba en las 
manos con
los eslabones mas
secretos que la poesìa
hunde durante el
diluvio
cuando el mar se mece 
solitario en
sus ecos.
A veces despertè.
Despertàmos.
A veces el nocturno del 
ciclo cegò 
este caminar de arco
con la experiencia
de su silencio
en un carton de mercado
y madera
tildando de yelmo a los
cantaros
ofreciendo un sacrificio
a la nada.
Dando cita a la intuiciòn
donde se mece una 
esquina
una arboleda de vilos
enciclopèdicos
casi fugaces
como el torno
el peritaje
la condiciòn del hoy
con un rocìo
sin naturalezas
ni manifestaciones
donde el pulso
de los mitones
logra encenderse
sobre palmeras de 
alevines.



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