lunes, 25 de noviembre de 2013

El Idioma de las Jarcias






Existen pronunciaciones que nos hipnotizan.
Crisantemo es una de ellas.
La caràtula de una herida sin modernidades,
es otra.
El presupuesto de un olor en las paredes.
La manera como reconocen los perros
su territorio.
Las llamo pronunciaciones, cuando en realidad
deberìan ser otra cosa.
Pero quisiera que el eufemismo
-otra hecho fuera o no del texto-
pudiera extender su significado
hasta una plantacion de 
voluptuosidades, ahora que
el derecho a vivir en un poema transforma
las cosas como lo hace un nivel
de estructuras aereas
entre las jarcias.

- lo vì en un jardìn esta mañana-

El jardìn no decìa nada.
Las jarcias sugerìan y lo haràn perpetuamente.
Y convencido de otros aparatos, el jardìn
dialogaba con mi oreja hasta una convenciòn
donde evolucionaba hacia el
territorio del perro
como lo hacen ciertas latitudes.

A todo esto la longitud era de acero.

Ya habìan dejado muy atràs
las llamas.




Guillermo Paredes Mattos

No hay comentarios:

Publicar un comentario