martes, 12 de noviembre de 2013

El Destino de los Eslabones






La flor desciende a las agujas con un bando
de horrores.

Serà esoterico siempre contemplarlo, pero
mucho mas pronunciarlo o escribirlo.

Me alejo de sus palabras ya sin ningùn 
encantamiento.

Me alejo entre abominaciones.

Ya sin evidencias de que continùa
en la rada: en un
providencial ensimismamiento
agonizando en
una estela o lo 
divino.

La flor desciende y mi espìritu
debìa ser sòlo un protozuario.

Una mantis que cuenta las
raices.

Un bolido donde la abominaciòn
recopilaba bellezas
en un haren
de hordas.

Una rosa a su lado interpreta 
el juicio final desde su aurora.

Y es su postrera pregunta: porquè
esa flor al descender
en una aguja
no pudo trascender hacia
los eslabones.



Guillermo Paredes M.

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