lunes, 12 de abril de 2010

Indicios

Indicios



Se cita a la locura, sòlo para citarla.Jamàs
se escribe de ella.

Escribir de ella es deàmbular solamente.

Su nombre es repetido por el hombre sin raza literaria
ni juegos con la sinecdoque pero ambientada
en paralogismos.

Eso es lògico, no hay nada lùcido aquì
para demostrarlo.

Por ejemplo, yo lleguè a la sabidurìa
por el encuentro con el agua
en ella los vientres eran iluminados
por etiquetas de àcido.

Y se sufre para caminar un poco màs
que el higado.

Un higado esquizofrenico, antropomorfico.

Esto ùltimo lo digo para separar esa pobre
palabra.

El hombre es sinònimo de antropos cuando
piensa en cadaveres.

El sufijo vuelve a la hegemonà de la magia
y las interrogantes que degeneran
palmo a palmo
en esta ceja.

Miserable pues nunca separarà mi yo de
la niebla.

Horrendamente lùdica para disecar a los otros.

Violenta y tierna, a veces hipòcrita
como el rocìo en las yemas de los dedos.

En el fondo con poses para todas las circunstancias.

Sin separar jamàs el hecho de los hechos.

Y yo perdì el tiempo escribiendo para esos burgueses.

Eso es tan decadente como sellar una noche
de miseria en la piel.

Como lo dije, jamàs se cita a la locura.

Sòlo corazòn puede hacerlo, decir todos sus nombres.

Catapultarlos, como atrozes columnas, divertirme
en su enfermedad como lo hace una ola
en la orilla.

Cuando ya no es importante devastar la orilla
que toca.

Ni los fenòmenos de yesca
sepultados por la sìlaba menos natural
de mi agònica persecuciòn.

Y para vivir -en lo personal-
sòlo hay tripas de sonàmbulos
sòlo naves de enfermedad en
nuestro insomnio.

Allì donde objetivamente un craneo
vuelve al deseo.





Guillermo Isaac Paredes Mattos

No hay comentarios:

Publicar un comentario