El lugar Violaceo
Yo vivì entre los muertos, porque sus miradas eran azules.
Y azul el cielo que los humedecìa, oscuro el templo y los
vellocinos cuyo desasosiego los iluminaban.
Nadie como yo conoce màs las penumbra y oido
a sacerdotes de inocencia entre las sombras, esa pureza
recorre serpientes de agua para tensar la inspiraciòn
que nace de dioses inmortales como las hordas.
No nacì para caminar entre la perpetuidad
ni vivì para arrastrar sonidos carnivoros de carne.
Esta es la derrota que es exacta para convencerme,
que detieneme en baladas que juegan con
la estrella roja de la tarde, la ebrìa, la equilibrada
por mordazas. No nacì para cubrir mi yo
de absolutos, todo lo que queda para
mi espìritu
es un sueño revolucionario
que cruze de noche el aliento que lleguè con
los silos mas avezados, los que amenazan de
bandadas incluso a la locura.
Allì donde aprende el destino.
Guillermo isaac paredes mattos
sábado, 10 de abril de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario