sábado, 10 de abril de 2010

Ascenciòn del Mercurio

El lugar Violaceo







Yo vivì entre los muertos, porque sus miradas eran azules.

Y azul el cielo que los humedecìa, oscuro el templo y los

vellocinos cuyo desasosiego los iluminaban.



Nadie como yo conoce màs las penumbra y oido

a sacerdotes de inocencia entre las sombras, esa pureza

recorre serpientes de agua para tensar la inspiraciòn

que nace de dioses inmortales como las hordas.



No nacì para caminar entre la perpetuidad

ni vivì para arrastrar sonidos carnivoros de carne.



Esta es la derrota que es exacta para convencerme,

que detieneme en baladas que juegan con

la estrella roja de la tarde, la ebrìa, la equilibrada

por mordazas. No nacì para cubrir mi yo

de absolutos, todo lo que queda para

mi espìritu

es un sueño revolucionario

que cruze de noche el aliento que lleguè con

los silos mas avezados, los que amenazan de

bandadas incluso a la locura.



Allì donde aprende el destino.





Guillermo isaac paredes mattos

No hay comentarios:

Publicar un comentario