viernes, 16 de abril de 2010

Episteme de Dios

La Episteme de Dios




Dios camina ebrio.

Lo sè por lenguajes en noches de alcoholes
mientras el mar dice cùpulas
em lugar de escenarios.

Dios era dios, eso dirìa la tradiciòn de alguien
que jamàs miro dentro de nosotros
ni dentro de sì.

Pero hoy es cristiano.

Pero mas hombre que dios es mi instinto
la razòn de aquella irracionalidad bordada al borde
del filo, donde la araña teje su entraña
y el infinito crea su espìritu.

Pero algo en mì acaba todo,
lo que ayer era verdad hoy ni siquiera es mentira
lo que es un pensamiento
puede ser sòlo la trampa màs lucida de la locura.

Para poder moverme,
no necesito la maldiciòn de estar vivo.

Necesito caminar,
de vez en cuando mirar una episteme
y ascender como lo harìa la intuiciòn
debajo de ella misma.

No conozco el universo
he visto partes de èl, eso es todo.

A mì aquello llamada eternidad
es un peso que concibo de lejos.

Prefiero la distancia para ver las cosas
incluso para verme a mì mismo.

Ese quizà sea mi momento llamada amor.

Una pasiòn que se humedece en el calor,
una violencia sin simbolos.

De un sìmbolo se puede hablar tanto
como de un snobismo
de una bohemia
claras actuaciones de una brùjula
y cierta decadencia
eso es poesìa,
de una modernidad que intenta tejer
sobre mì
espuelas transparentes.

Pero yo les digo, antes que ellas
En mi pecho las he clavado todas.




Guillermo Isaac Paredes Mattos

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