Luces Nicroromanticas
Donde las brújulas encienden su avenida de pájaros,
en cada uno de los acordes donde vierte la llamarada
su adios de encanto poseido por galaxias.
Mientras huyes remoto en las alas del abismo
y un placer dorado raspa las estrellas
el simulacro del amor, las fuentes de todo plenilunio.
Cuando el hemisferio es una escena de velos
y emprende la pasión su cita con el sueño
el que lleva marcas de barro en su pecho.
Donde el hombre va perdiendo lento su ciclo
y descifran minotauros los sabios laberintos
los que emprenden hacia el cielo sus equinoccios.
Cuando ya nada nos separa pero el instante es un eco
de yugulares retornos por cualquier sutileza
mira, esta noche también es otro puñal.
Es estrepito de una mariposa en el polen
el acuatico decir del átomo en la lira
cuando algo como un alma recuerda citaras.
Movimientos de espadas que inventan músicas
para que sus palabras no viajen solas por la noche,
sigo siendo un rebelde ebrio en la inocencia.
Un monólogo que no se puede encontrar
la pira donde ya no existe ningun sacrificio
mas no cedo y el día cae en mis dedos como un juguete.
Como un dios sin alma y sin ninguna creaciòn
perdido en la memoria de sus pergaminos
aquellos que no evolucionaron hasta el pétalo.
Donde las brújulas dicen palabras cual veleros
y mi corazón cree en las hojas como un condenado
un alba rota en el pañuelo, un brillo en la lágrima.
En ese hado tripulante de ardientes aviaciones
cuando las entrañas brotan manantiales de celos
donde liba y danza la soledad en su orgía.
En el instante donde queda el iris ante el sueño
desangrado como un eco arrancado del sonido
por una corriente fugaz ignorada por el viento.
Guillermo.
jueves, 8 de abril de 2010
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