sábado, 3 de abril de 2010

El Fìn de los Unicornios

El Fìn de los Unicornios


Todo hombre es un oráculo para otro.
Sófocles.





Una luz, un huerto, eso es todo, el ópalo
de una aguja en mis dedos y la noche
como un animal abrazada al desierto. Recuerdo,
vasto era nominar un retazo
amainar en los ojos el prrimer brilloauroral
sepultados hoy
en mi memoria, como un dios amado, ése,
que hoy descubro
nunca supo esperarnos.

Rondas todavìa el enhebro
mareas de rojo, latitudes y veleros,
quièn responde ahora junto a la tarde
quién lleva la imaginación por las colinas
despidiendo heroes
en cada descifrar, legendarios estigmas
bajo una alambrada
o el ruido del sol cuando cae a la arena
y el mar lo despedaza.

Y


Una piedra, una ciudad de verde recibiendo un corazón,
la tierra es un marco aún, una almena de
pàjaros sedientos
un duende que mira su destino y lo
entrega al hombre
sólo porque el brillo de sus ojos le recordaban un ente
el ser que planeaban sin alas por el cielo.

Sacerdotes de sal, alados, sobre cada celaje,
encada tremante
desesperados en su propia belleza,
sin ningùn mensaje
para los que
jamàs pudieron ahogar sus ansias en sí mismos
y aguardan aún que otra soledad los tome.

Pero no hay soledad que resista
màs que el peso de sus propios ojos,
soledad que no quiera llevar
a aquel que su casta ha elegido.

Cruza la noche un alma
y la del universo, atraviesa el espíritu
hermisferios y elipses, ciudades
de eter, cubriendo desde el devenir
terciopelos de arena y planetarios
dibujando figuras de islas y cronopios,
guardando sudores
en husares y luciernagas,
en bronces empalados por la ceniza
y ungidos sólo por la cresta. Allí he clavado mi vida,
mis manos enseñan
en la noche sus heridas a los astros y
sus orbitas conducen el fuego de un profeta
hacia la nada. Ese es el fín,
llegaràn cada noche los ùnicornios
pondrán sobre mi mesa candelabros y aspas,
pero en la penumbra
diré que sólo son molinos, estelas conduciendome
a amaneceres
de cera.

Y de nuevo todo habrà empezado.



Lima abril del 2006




Guillermo Isaac Paredes mattos

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