sábado, 11 de febrero de 2017

Los Picos de las Palomas






Allì hay una silaba.

Su existencia data del tiempo en que no
era posible escribir entre los candelabros.

Ni los contenidos en el papel poseìan la 
escencia de las multiplicaciones.

Tales silabas formaban palabras para llegar 
a una oraciòn que tocara el filo de los astros o 
en su defecto indicara a las cenizas en las calles 
el lugar del fuego.

Las palabras creaban oraciones por lo
general de poliedros y cera.

Escribìan de zoològicos y parentescos con
los desayunos.

Con una horda elemental de limites que
finalmente era tatuada.

Allì existe una silaba.

Fue originada entre los lances.
Aplicò funciones de barro en las esquirlas y 
los dados.
Mencionaba aspectos y caracteristicas 
que son izadas en el verbo por algo desconocido.
Algunos puentes -muy meticulosos- diràn
que es un barco lleno de esoterismo.

Un navìo en el cual son desfiguradas las helices
por las alquimìas.

Por los fuselajes.

Por el granito conjurado en los acantilados por
los vertigos.

O las primeras campanas que dan anunciò de la
llegada del carbòn a los picos de las palomas.








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