domingo, 26 de febrero de 2017

La Belleza que Sostiene






Las brùjulas situadas en las crestas de una memoria.
De una manada. El sigilo de una horda en las cascos.

No sè àun si el caso de los fluorescentes sea el mismo 
a quel que descendìa lleno de griales por la incandescemcia.

No sè si ese caso es simplemente el devenir del poema
entre su propia estructura o es una estructura simplemente.

Las brùjulas que se situan. Las brùjulas que llegan
a las lamparas con el vadeo del lampo. -a lo mejor es el
rango de una invisible estalàctita- Las brùjulas que recogen 
los gallos de las crestas para rozar el mar una vez màs
o en su defecto los hilos de petroleo.

Para la pròxima escribirè que 
la mariposa es de vidrio y que entre lo poètica no hay que ser
evidentes como politicos o lechuzas.

La trama o el lenguaje a la larga nos traicionan.

La brùjula situada en la cresta de una memoria.
Impulsada por sirtes y caracteristicas.
Por cualidades de un ladrido; una por ejemplo es la saliva.
Otra es la rabia y asi seguiriamos hasta un lìmite 
donde las fronteras recogen el pan abandonado por un
hombre en la mesa.

Pero tù. Tù trata de rotar.
En las rotaciones forma elipticas porque ninguna es un
circulo perfecto.

Todas provienen de la quiromancia en el punto.
De las xilografìas encerradas en el corte de una herida.

La sangre derramada desde ella que por paradòjico que
parezca.

Es la ùnica belleza que puede sostenerlas.








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