jueves, 16 de diciembre de 2010

Poema

Ese es el ejemplo del aura.
Despertò silenciosamente como despierta el pasado
en el presente.

Conjugò el estilo para representar en la obra
pàginas donde imaginan los vortices.

Pero una oraciòn es vàstago
que no se siente en ninguna parte.

Insensible, incapaz de percibir
bastardo de ninguna sensibilidad
oye en la noche
aquello que los circulos
entre dirigibles.

Miro la inmensidad, hubiera querido
quela distancia no llevara tantas cosas,
que mis recorridos sobre la lluvia
acariciaran la taxonomia
de su soledad
con un pedazo de tierra.

Con un sìmbolo de ceniza.

Y una lumbre roja en
el cuello.


Guillermo Paredes Mattos

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