La palabra es un imperio donde reinan
seres que jamás veremos.
Y aceptalo porque los hombres no podrán
ver la humanidad sin ello.
Contemplo la luz, la habité para que
el universo volteara la página
y mi corazón escribiera en su sombra.
Miro dentro de mí.
Ella convirtió en individualidad
y psicología todos los árboles.
Pero guardé uno en la orilla
porque sabía que uno noche la arena
escribiría nombres socraticos en mi pelo
dialogos de rojas constelaciones
con mis entrañas.
Y reí con la ocasión que deja
la alegoría cuando deja pasar
una figura
t}y las metaforas nos amenazan
con azotes de acido
y balticas pócimas en mis labios.
La palabra, el hombre nunca pudo vestirla
Camina por la noche como un niño desnudo
alguien que extiende sus alas sobre
los crimenes y lo maravilloso.
Pero no lo sabe.
Guillermo Isaac paredes Mattos
miércoles, 22 de diciembre de 2010
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Sólo que la bsuqeuda de este poema es metafisica, la belleza metafísica de la palabra.
ResponderEliminarYa haré un analisis de ello.
ResponderEliminarSaludos poética.