viernes, 31 de diciembre de 2010

Los Gritos Anònimos

En un segmento de aire que cita calendarios.

Donde la calle une aires a corrientes y nacen como ayer
los elementos.

Una escencia de luz, una apuesta a la baraja del as muy temprano,
cuando el hombre empieza el dìa luego de haberse ocultado
de la noche y aunque los juegos de naipes
devoran frutos de azar
crean misteriosas escuadras.

Soberbias de escorpiòn tan ocultas en la miseria
de decir y dejar de hacerlo con las cosas.

Tal vez el lenguaje no debiò sembrar palabras.


Cuando los reinos no arrastran palacios y la manìa por
elaborar una fàbrica nos convierte en el grillo
de un techo que recoge dirigibles solitario.

Y quièn podrìa oponerse a ese acto y por màs que todo acto
lleve un brillo que pueda sostenerlo.

Este brillo no siempre se llama pensamiento.

Los mìos retozan como astros.

Nunca hallarè el pensamiento que los suspende
en las ràfagas.

Asi que literario y literario voy entre sacudidas
y pulsos.

Nunca pueden desprenderse como un fòsil
cuando son descubiertas, simplemente elaboran,
presionan un fusil, confrontan misiones de
escabrozo y espeluznante sosiego
con el adjetivo.

Pero no soy sòlo una apuesta a los cirros.

Ni la niebla que cerca el pino de esta casa robada
por la hierba.

Todo lo hage porque el follaje guarda el secreto
de todo descenlace.

Y de ese todo que tensa como una visiòn en
su mirada.

Para lograr soñarlo.




Guillermo Isaac Paredes Mattos

1 comentario:

  1. Y efectivamente se trata de un grito, el poema y la poesìa son gritos, seres ocultos en las sombras, mostrandonos ese camino y por consiguiente, esa estela, a veces en una infinita soledad, en otras acompañados de los hombres, en lo personal, prefiero el primer caso. Pero què es un grito, para mì, la capacidad de conocer nuestro pulso, la ontologìa de nuestros nervios, la cientificidad de aquello, cuya voluntad nos enfrenta a un extraño infinito, a un conocimiento que por su multiplicidad gnoseològica, desconociamos. Y -verdad de perogrullo, es decirlo- no hay conocimiento sin dolor.

    Y en ese devenir en el cual desplazase este grito, es anònimo, un canto solitario, una regiòn que conocemos luego que esa fonètica del grito, alcanza la gramaticalidad. Quizà suene cacofònico - no encuentro otro termino- su lenguajizar.

    Este texto ha intentado moverse en esa categorìa del devenir, claro todo texto al parecer lo hace, pero eso, yo le darìa el beneficio de la duda. He recorrido analisis mi estimado que no salen del concepto, es màs que ni siquiera se acercan a la definiciòn del poema como devenir. No.

    Espero dar resùesta en estos dìas, como dije a los textos, aquì mentados, finalmente mi espìritu recorriò el camino hacia ellos y quien mejor -intuyo humildemente- que èl, para acercarse al latido de su corazòn.

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