Yo escribì debajo de la luz para que nunca me encontraras.
Y escribì a los pàjaros antes que ellos lo hicieran porque
ningun ala es revolucionaria.
Yo me perdì en el hecho.
Eso me hizo cabalistico de las penas y los dioses
versados por la inspiraciòn en una botella
de espuma.
Esa en la boca de un hombre.
Esa epilètica y ruda antes que la noche
los tocara.
Antes que ascenciones de nictalopes y rumores
de piedra elevaran para ti esta nociòn
esta resina donde el mundo es ajeno
dentro de una propiedad
que es tan mìa.
Pero esos objetos llegan del hermetismo
y una sagrada metàfora
para contarnos del agua y los poseidos.
De los estados del mar en los cementerios del sol
cuando los muertos duermen.
En ese instante cuando te convencen que
de dìa, bajo la luz...Estàn despiertos.
Guillermo isaac paredes mattos
miércoles, 8 de diciembre de 2010
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