domingo, 26 de enero de 2014

Torre Mitogràfica







Por el martillo con el encanecido mentòn
del caballo.

Entre frìos de dictaduras que enmascaran
el amanecer de recogimientos.

Y la distancia suspira, regada de truenos
diezmados en la vida de una alameda.

Crestas de alfiles sin radicales formas de
sentido hoy dibujan la mente.

El placer subjetivo sobresaliendo en la 
calle donde el hada protagonizaba 
idealismos.

Asi integrabamos a este momento el
nuestro.


La versatilidad era un hermoso capitulo
perteneciente a las opciones.

La inocencia un ruido sobrenatural donde
las estrellas completaban la leyenda
de la plusvalia.

El primero de los lazos se unìa al tremante
con una maquina en el pecho.

La ballesta era percusiòn que sòlo
podìa inmolarse en lo fanàtico.

Fuentes de albumina como misticos alamares
creaban una traversa; un enjambre nòmade.

Los nùmeros de los paises subìan a las
colinas inventando reliquias.

Monstruosas fibras de latigos y baladas
que el sonido engullìa.

Los monarcas disputaban el pànico al tramo,
la irrupciòn virulenta del cosmos
en el aura.

Yo no tuve una torre para acercarme a ella,
yo era un errante dromedario.

Respirando entre estalacticas y mitografìas.



Guillermo paredes mattos

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