viernes, 31 de enero de 2014
La Hiena Màgica
He alternado en días que llevan
puñales en sus ecografìas: miscelaneas
de nada pura.
Los tomé del lenguaje porque eran dermatologicas
y ensuciaban las palabras.
Llegaban del hipotálamo con anchos valles
de neuronas.
Cerebrales como una flor se escribía.
Cerebrales desde el martinete limpiando
la plenitud del caballo que apaga
su furioso relinchar entre
figuras de morsas.
Conozco estos días.
No tanto como conocen las obras de
un puente donde las cosas dejan de ser milenarias
para tender abecedarios,
trigonos tan cerca de una formula, allì
libera la continuidad ese
limite de venerables armatostes.
Con lo último subo a la longitud.
A una elíptica en los significados de la noche.
Allí barrese lo monstruoso y lo divino.
Allí separamonos de nosotros para
tocar nuestra frente.
Donde yerra lo abominable con
una màgica hiena.
Guillermo paredes mattos
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