viernes, 3 de enero de 2014
El Destello en el Heliòtropo
Y entonces la jarcia vuelve a la
estalàctica y cuenta
legendarios heliotropos.
Cantaros de yesca
incomparables como ecos
detienen los maleficios de los càtaros.
Druidas y pelos donde lo homogèneo
escalpèla el sabor de una herencia
en mi boca, donde la gasa
recuerda el acento de
la boveda en
la zarza donde construì
vahidos.
Algunos edipificadores.
Apenas contendedores de lenguaje en
un patio donde con el amor tambièn
naciò mi yugo.
Mi flor de acida en las uñas: ella
caminò con sobresaltos en una de mis
paredes para diseminar su
naturaleza al lado de
las escolleras: alli el oleaje
borrò su bibliografìas.
Lo percibo, porque en mi corazòn
el dìa de la jarcia
es hermeneuta de los dìas forajidos
del aire.
Amplicadores de palabras entre los
heliotropos.
Domadores de sueños en tan sòlo
una caverna.
Guillermo paredes mattos
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