miércoles, 15 de enero de 2014
Esbozos de Individualidades-Naturales
No soy como la naturaleza. Yo he escondido
demasiadas cartas en mi corazón como para
lograr atravesar la vida a mi lado.
Algunas despiertan cuando un mito desde
alguno de mis talismanes corta horoscopos.
Poseo uno: ciclo
de nebulosa sitiada por obuses,
nube de la identidad como una acuarela.
Y todas -las cartas- aún caminan individuales por
el estío que dejan los cometas.
Nunca logre entregarlas a la noche como debía.
Nunca se convirtieron en lenguaje.
-digo el lenguaje-
Y la naturaleza muestra todas.
Parece un diario divino al lado de un precipicio.
Las marchas funebres del juguete en
una caverna de agua donde nacen los métodos.
Semeja.
No entre semejanzas ni semejantes.
No entre balleneros o la costanera que
allega el relente del alba mientras
la luna encuentra al fín su hemisferio,
sorprendida de sólo llevar la noche
a cuestas.
Iluminada ante ese jamás no conocer
el día.
No llegué al racimo ni a la clarividencia.
Perseguí nervioso y palido todos
los átomos, merovingios, astrofísicos,
pintados de niebla por los céfiros.
Perseguí nervioso la contradicción de
una hoguera que dejaba una fogata.
Pensé en las condiciones antes de
tocar una pantera, medí lo más
importante de todo.
Un ojo que a veces llamé poetizar.
Unos dedos que critiqué llegando
sin falange y planetario...
Una croníca de la individualidad cuando
era un supuesto.
Y la naturaleza sugería mi ser entre la
lluvia, para que también como ella
hallara su naturaleza.
Sin saber que una cacofonía podía también
iluminarse.
Lexicograficamente hablando.
Guillermo parede smattos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario