domingo, 26 de enero de 2014
Menciòn de una Mesa
Sobre mi mesa hay objetos que ya no reconozco;
un leprosario, una oraciòn de piedra que
arranquè a los cabellos
de una litugia: ahora los veo.
En ella tambièn està mi cuerpo.
Es otra perspectiva que aprendemos en el agua
siempre y cuando estèmos ahogàndonos,
cuando el suicidio es la parte de
dios que faltaba para
entenderlo. Siempre intentamos entender
un dios.
- no sè si en absoluto-
-pero es un suicidio que canta y enamora-
Que deduce y a veces inclinase liricamente
a las cosas. Y todo suicidio es divino.
Pero, medito en los objetos.
En sus lìneas y entarimados.
Tal meditaciòn està dedicada a las pergolas
donde el ingenio y la verdad
son un escrùpulo.
Y no sè si la deriva posea un canto ètico
para decidir quièn viaja hacia la noche
como suele suceder en esta mesa.
Sobre ella los objetos encienden espacios.
Se mueven o continuan.
Abren el mar que es tan lejano.
Recorren las branquias y recopilan medusas.
Sobre èsta mesa no existen evidencias
para que la poesìa o yo podamos sostenernos.
Sòlo hay hechos.
A veces liricos.
A veces sordidos.
Guillermo paredes mattos
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