sábado, 25 de enero de 2014

Hermano Logos







Logos, hermano doméstico hilo de mi sustantivo.
Latido precambrico con algunos adjetivos.
Trompeta interminable.
Caminabamos con una honda en uno de nuestros pensamientos
al escribir. Nos dotamos de profecías
que no pudieran cumplirse.

-Y ello porque el oráculo para ellas tiene otro nombre-





Epísteme, la ciudad que creas es también toda
tu locura, tú lucidez al lado del volcan y la greva
donde un hombre gira una vez más para tocar
con la mirada a los hombres...



Dialectica, dejaste que la exegesis llegara
al límite de los amaneceres porque asi lo exigió
el trigo y dormiste mientras la definición cubrió
de acidos tus preámbulos.

Yo sé que todos caminaban a los pergaminos.

Lo que no sabía era que antes debían arrojar 
el yo que llevaban.

El ego y su circunferencia parmenidea.

Literalizada este mediodía de menguantes
y pócimas.

Logos: ambos quemaremos tarde o temprano
terciopelos.

Ello lo desprendió el oráculo, entre la debilidad
de este nombre.



Guillermo paredes mattos

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