martes, 5 de agosto de 2014
Los Limites Violetas
Podemos sugerir que el violeta no es
el color del trueno. Impulsar la leña. Recordar
bajo el agua. Rozar tirabuzones.
Llegar a una maqueta
con antonomasias en los cabellos.
Tomar y encerrar bajo la tierra como
si fuera una semilla, aquello que
quiebre toda superficie.
Entonces veríamos un tallo.
Y podríamos alternar con la perspectiva de un
hormiguero.
Con un invierno lleno de anfitriones donde
deja de transformarse una citara. Podemos creer
que es una lluvia de acido por ejemplo.
Y todo acido no conserva por
mucho tiempo una
citara.
Inevitable, buscar una imagen comercial que borre un
archipielago. Una imagen que nos hable
de isocronías y virreyes, semejante a una boya.
A un día sin color de otras épocas.
Plantar un moluzco sobre los ladrillos. Ver la
llegada de algo sagrado entre las
conchas y platanos.
Tomar el mismo camino diariamente
hacia aquella perspectiva, pero afirmando que
ya no es violeta.
Y el ser del sugerir, tendría distintos limites
para descubrirse.
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