miércoles, 13 de agosto de 2014

La Penìnsula de Ceràmica






Despierta un hilo.
Junto al mismo, aureas plantaciones.
Tambièn los lingotes de un pensamiento polìtico.
La hierba de los azulejos colgando estructuras
en los relojes. Bolidos de atletas con
un pètalo vaciò, anestesian puertos
aerostaticos. 

Las raices de los dioses limitan
nuevamente a los hombres. 

Subtitulos de sed caminan en parques
de huesos.

-anagràmas donde los transeuntes entretejen
probetas-

Las ventanas cierran sus ojos y espigadoras
mimèticas.

El invierno deja de ser cosmico sin
modernidad, lleno de helios
abstractos.

Tal invierno es narraciòn de forestales hidrògenos.
Anuncio de comunicados bubònicos. Yacimientos
de individuos con madrigueras boreales. Desde
estos una frontera de calcio transforma
la luz en pesebre
o dragaminas cuaternario.

Hasta que una peninsula asciende entre lineas
al borde de sus ceràmicos sueños.












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