viernes, 1 de agosto de 2014
La Flor Numismática
Me sentía unido a esta oración.
Al poder de su evolución.
A generaciónes de simetría en ella.
A su ecuación más aleatoria en el alba,
aquella que prolonga la dirección de poligonos
y tridentes.
Como reacción de perpendicularidad, abusé del
tomo común en los gallos, cuando parten hacia
un digito, cuando se atiborran
en las bibliotecas.
Pregunté a la abstracción de qué manera los
cabellos son enlazados a una flota
de emperdibles rozados por una aguja.
Busqué la afinación de aquello que vibrando
en la ráfaga, anuncia perpetuamente neologismos.
Incandescencias o éxtasis. Firmamentos de monederos
como un límite
donde otras calles después de lo que han marcado
tales límites son esbozadas. Todo esto
es alternado también mientras soñamos.
Es alternado, sí.
Ello lo confiesa una numismática flor ahora que
en una parte de la realidad
algo de mí se mantiene en aquel sueño.
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