jueves, 14 de agosto de 2014
Incubaciòn de una Vocal
Vocal en sì misma eufonìa. Predicado de los
techos donde los girasoles incuban. Vellocino
de mitòn en huelga. Mañana cruda llena
de portatropas, còmo no escribir que
provienes de la suma de los
campamentos. Còmo no quitarte un poco
de paladar mientras subes entre multitudes
reaccionaria y teatral como un trazo. Y còmo
no posarte en las enredaderas que preguntando
por las dunas reciben un soplo incierto
e intelectual desde los
corzos o los viajes de las lechuzas. Còmo no
decirte que el estado en ti siempre hace
de suburbio o monotonìa
con herida de buey o pedal. De sino o tierra
elàstica hasta el corcel e
imagenes de
tribus o cualidades
del egeo en un solitario
perimetro.
Còmo no conducirte a los mercados entre dibujos
de leña respirando otros poros con desasimiento.
Y en un planeta abierto
por los monjes, la tesitura del alamar al describir
tu plañido o al encarnarte en una silaba
lleva a la metamorfosis lo ardiente
del metal en ti...esa lluvia de sìfilis
construida por graficos y
siluetas que devoran los bosques
y las pieles
desde sus raìces.
Vocal en sì adjetivo y matemàtica.
Opciòn del latigo.
Participio terrestre para una xilografìa
acuàtica.
Llena de estadios venereos.
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