jueves, 17 de octubre de 2013

Los Ojos y Balcones








Se ve un fracaso; tormentas
invaden continentes de idiomas y la tez
hibrida de un sol con racimos. Una
carta de prismas que la luz traduce 
unida a un espejo donde los reinos  
forman oceanos de castidad
de palidos colores.

En el azulejo
se forman 
girasoles. No deberìan
pero nos lo evocan.

Llega el mediodìa.
Ha acampado muy lejos de manera
que sòlo los ojos puedan tocarlo.

Estoy encerrado en una hoja,
es una manera de escribirme, de proferir
junto a la estela que vivì
entre lecciones de madera, anhelando
un balcòn; la estaciòn de brillo en èl,
no marcaba primaveras, sòlo
era una astucia con que la
ira recordaba que
el canto del invierno
se atreviò primero
a buscar anglicanismos,a
desprenderse maniàtico del hechizo
con que un desastre recoge un 
idioma.

Y sòlo el mediodìa parece 
tocarlo.

Un mediodìa de ojos y 
balcones.



Guillermo Paredes Mattos

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