lunes, 14 de octubre de 2013
El Brillo de lo Frenètico
Somos enlaces permanentes
con el agua y los
juguetes del
misterio
sobrepasando su culto.
Todas las cosas tienen uno.
Es como un rito abriendo
con lentitud por la noche una
quimera, un arrobamiento
de inefables caidas
en nosotros mismos y
nos entrenamos en saber como
giramos o damos a un eje
la virtud de un espìritu
que pueda sostener
esa estètica de
inclinaciones
a veces peripecias
o nombres
que la inspiraciòn
no delimita en la inocencia
pero a su carne
le muestra barcos antiguos
llenos de cartones o
liras desiertas
llenas de limites.
Tenemos dìas
es cierto.
Estaciones - afirmarlo
es tan coloquial-
tenemos cabezales de
milenarios huespedes
con el trafico
o la melamina del tìmpano
descansando en
un ruido eterno.
Uno semejante a veces a lo
frenètico.
Guillermo Paredes Mattos
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