miércoles, 23 de octubre de 2013
El Talisman de la Llamarada
La constelaciòn impune.
Una imagen de solido en ella.
Aquella situaciòn de
grandes hierros y
advenimientos.
El vidrio donde insomne
tu ayer recibìa catapultas.
Un mecanismo
de mayùsculos nichos
eran misticos como
la edad de la
carne
iluminada por un clan
de barro en la oscuridad. De
formas y ante todo esto
el festival, de una
incredula hoja
sumergida por una polea.
Tomas de dibujos
y emperadores
que el infinito convertìa
en dinàmicas.
Arboles digeridos por
colisiones de bocanadas
y rìos que ante el sol
preceden.
Era entonces que la sed
procedìa de un
historial podrido,
era entonces que el
mar era anglicano
como un puerto invisible,
como la avenida del
milagro
donde el sargazo
cumplìa
en reinos de talismanes
un temerario panlogismo....
como el sentarse
o la boina transparente
sacrificando
ensenadas
de pus.
Entre llamaradas
fantàsticas.
Guillermo Paredes Mattos
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