jueves, 3 de octubre de 2013

Las Esferas Solares







Hay una esfera, deberìa saber que es solar.
Tambièn deberìa recopilarla.
Ya que es dificil convencerme que 
es solar, trato
de conjurar arreboles. 

De escribir continuamente, màs tacito
que esta mañana o el hoy de mi dìa
y sus afectos.

Acompañando esa sensibilidad
hay horoscopos, impresiones de magia
como un manifiesto, doradas cupulas
de transgresiòn o flexiones que 
agudizan el sonido
del amanecer 
desde el
limbo.

-hablo del poema-

Pero en cualquier limbo, un neurotransmisor
enciende su quimerico palacio
y no existe dinastìa en ello
que sea somatica
despuntando al agua
como lo hace la tierra
o el veredicto
de los altos gurbiones
desertando en el lodazal
de las prostibulos.

Estuvo mi casa.
Alguna noche la tome de sus alambres.
Conocì sus huesos.

Mucho o poco, no importa ya
la idea que
el poema abàndono en la llaga.

La cicatriz de la misma
es el conocmiento de la noche
que llega con tu alma 
hasta la aurora.

Siempre es el mismo.

Y sòlo llega para
preguntarte.




Guillermo Paredes Mattos

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