sábado, 25 de marzo de 2017
Los Dìas de Yodo
No todos los dìas son de yodo ni los sistemas
recogen caravanas de aceite de las alcantarillas.
Hay aquellos sobre las esquinas creando lamparas.
Otros sobre la penumbra anudando girasoles
o espejos. Se encuentran los que suspenden
su corazòn sobre el pulso durante una primavera
de hierro iluminada por fanales.
No todas las melenas guardan el zinc en sus labios
y escudriñan el hemisferio con el equilibrio
de una zona grisacea, donde retornan a los muelles
bolicheras que palidecen con una cinta
de plata en sus tìmpanos.
-los leones pertenecen a la edad de esos timpanos-
-los telefèricos con granos-
Los microscopios recogen el tiempo de otra manera.
Los bolidos son inundados por yemas de arcilla
y semilunas de espinas incrustandose
en las medulas de un oso.
-tal oso era sobrenatural segùn los rehenes-
Es sinòptico el amanecer en aquella mirada donde
la luz en los ojos devuelve un rito. Un pasaje en las
canteras propalado por el azul.
Performances de vidrio giran hacia la energìa con un
baul en sus craneos.
El viento se llena de escarapelas para cubrir una
rama donde los candelabros suspenden relatos de higo.
Es cosmològico el ser que sumerge un collar en
la piel despuès de haber atravesado una palabra.
Es cosmològico porque el ser no se sumerge en un
collar.
Eso sòlo pueden hacerlo los eslabones.
Mientras resplandece en el sueño una palabra.
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