jueves, 9 de marzo de 2017

El Destello en una Lampara






Era una lampara. Un destello en ella se acercaba
a la realidad. Era un horizonte, como aquel que
separa la luna del bronce. Una esquina donde el
verbo no era suficiente y la necesidad llegaba
con un àrbol.

Despuès fue un baul. El oxigeno encerrado en el 
mismo pertenece a los clanes; su reguero de
en una pergola descrita por los arcos es 
de arcilla y escarcha.

Primaveras de relojes para un universo continuo
de espinas y alambradas en el lenguaje.

Iones en la punta de un iceberg con nervaduras 
caidas de los tornasoles. Arrobos en
la velocidad de un cristal arriado por planetas.

Era una lampara. Llegò de los manantiales, pero
pudo haber llegado de los crateres. Formò epifanìas
y tactos de uvas que siguen a los leprosarios.

Escribiò en la burocracia de las cenizas.

Tenìa el presente del trigo cuando desciende por
el hambre con una gota de humo.

Llevaba pulmones conviviendo con el yodo.
Intermitencias y planos. Medulas de plomo en
una orilla ebria de siseos de helices.

Era una lampara o la existencia de las sienes
en los objetos de un manantial.

La llegada a anonimas ceremonias de tinta.

De tinta y papel como sucede en un trazo.

Un trazo cubierto por naves de clorofila.

Por constelaciones de hipotalamos.








No hay comentarios:

Publicar un comentario