jueves, 23 de marzo de 2017
El Destello de la Miseria
Desde hace mucho te conocìa por los horizontes
que posee toda dimensiòn. No habrìa dimensiòn alguna
sin ellos. Creo que eso es obvio.
Aunque no lo creas, no siempre me manejo por obviedades.
Tambièn lo hago por lugares donde no
hay cartas ni relojes. Ni ceremonias a las cuales
uno llega muy tarde por esas cosas de la crispaciòn.
Por esos efectos que se encuentran en el interior de un
manuscrito con nùmeros de quiromancia
y polen.
Quizà sea dificil aceptarlo pero tambièn me muevo
en un diagrama de futuros acertijos para nadie.
Desde hace mucho -no sè como decirlo- sè que existe
un inmenso oido. Tiene el tamaño del oceano.
Su labor es llevar todas las palabras que son pronunciadas
por los labios.
Hay otro oido. Su tarea es guardar en la memoria
esas que fueron pronunciadas.
Asi algunos seres vuelven al lenguaje.
Otros lo hacen al verbo.
"Desde hace mucho"
Existìa ademàs una referencia a las dimensiones
y horizontes. Asi se lee al principio de este por decir
escrito. Es posible que tambièn sea un cesto de
manzanas.
Es obvio. No hay necesidad de decirlo.
Es extraña la naturaleza de una evidencia cuando
es congregada por tomates.
Es misteriosa la orden del resplandor mientras
se reproduce entre los silos.
Hablo de aquellos que escarban perpetuamente.
Siempre entre destellos de miseria.
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