viernes, 10 de marzo de 2017
El Oleaje de Barro
Se hallaba sobre una figura. Exactamente en la parte
donde la silueta de esa figura formaba su cuello.
Lo recuerdo por la brùjula en ese cuello orientandose
a una curva. Lo recuerdo por el sonido de las silabas
intentando unirse para llegar a una palabra.
Luego un poema se convertìa en husar.
Castillos de madera este dìa de asombros; asombros
boreales para poder llegar. Estelas en la orilla llenas de
cangrejos y puas.
Versatiles nombres con los cuales se cifrò alguna vez
un sentimiento. Una clase de sensibilidad que fue
adolescente. A este patio siguen llegando sus legañas.
La leña llena de transfiguraciones en la lejanìa de
un puerto, lleno de pelìcanos y astros.
Piastras en el lumen del betun dormidas en una bocina.
Catalejos de carne recogiendo sus huesos de una alhambra
donde el cefiro...
Tupidas atalayas de eter donde bebe del aire el veneno.
La liana con frases de pavor o escrutinio durante el
viaje de las anclas.
El arnes sobre la estepa con nùmeros de prolipopileno.
De costras de vidrio hundiendose en un pantano.
Bajo el mismo, serpenteaban oleajes de arcilla y de barro.
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