jueves, 18 de diciembre de 2014

Carbones






El primer movimiento es circunstancial.
Podríamos decir que existe un segundo, pero
no es asi. Todo se reduce a un primer movimiento,
movimiento que no es relativo a los 
gallinazos ni la dialéctica.

También existe la proposición. El color
lila del cielo. El anuncio verdadero del adolescente
cuando es agitado por la premonición o un 
día en el presagio.

Se encuentran también las astas y los dromedarios.

El libro astral de los semidioses y carbones
saludando a los hombres.


El primer movimiento lograría ser de escarcha
si viviera en las aguas o lograra ser una superficie
de casas o anzuelos, derivando a una
columna vertebral de gimnasia o tradición vertical
de los gnomos al percibir acusticas.

Y dado el caracter silencioso de ese movimiento
-no es el único- 
ya no podemos decir que en sí lleva nasciencias 
donde
se baten nuestros antepasados
entre estadios espirituales. Creo mas bien que es
un caracter relativo a la numismática. O un
caracter en función de lo apodíctico.

Da igual cuando de noche sembramos caracoles.

Y el amanecer nos encuentra en el mismo
hecho.





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