sábado, 6 de diciembre de 2014
Los Minerales Secretos
Era una pauta.
En el origen habìa sido de helio.
Caminaba por las raices pero no como lo hacìa un girasol.
Describìa objetos semejante a una iguana.
Disolvìa la memoria de todas las infancias.
Guardaba objetos de crisolita y segùn las improntas
migraba a los àrboles.
Creaba de manera diferente: segùn el corazòn o segùn
la realidad. Llevaba como pendiente un campo de
carbòn destilado.
Diò a la noche cerezas, flores de titanio y valles
de magnesio.
Acariciaba litorales que por lo general eran hierros.
Estilizaba nombres en tales litorales que por lo general
nunca eran sagrados.
Tomò la hipotenusa del hipocampo, lo cual tambièn es decir el
futuro de algo por el dìa.
Buscaba aulos por la noche y con ellos descendiò a
lo hermètico.
Fue nigromante antes de ser
estadistico.
Tuvo como patologìa el significado del hombre en
la playa, allì donde los oboes terminan
crucifico gaviotas.
Respiro en las puntas del alma.
Con el grisaceo planear de la ponciana alimentò a los ficus.
Respondiò al invierno con jardìnes de plasma
que por la mañana dormìan y al amanecer imitaban.
Adquiriò el comportamiento del gas neòn.
Dejò un racimo de titanio junto al suicidio.
Hubiera atravesado el invierno si ello
hubiera sido predicado.
Tomò la insensibilidad del mineral. Errante en los
carbones, tan errante como la lluvia al caer en las cosas.
Atravesò el granizo en diluvios de yesca.
Fuè una de sus ùltimos hechos.
Al menos uno de los
ultimos que conocimos.
Y si antes de su llegada, todo era de madera, ahora que
no està todo cierra sus ojos
entre los minerales secretos de la tierra.
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