domingo, 14 de noviembre de 2010

Tornasol de Fràctales

Una noche como el agua
sombreada de plàsticos.

El lugubre templo donde los apocalipsis
cubren un dìa.

Treboles de intensidad en cuyos nombres
encorvinanse sobre sì, las praderas.

Y sumidos tornasoles
caen del arrobo como un hombre
desmedido y extraño en una sola huella.

En un brillo de pez
retorcido y silencioso
arredra
una nueva y aerea màquina
el cruze del girasol en una tumba.

Què originarà la existencia de ese cruze.

Poseidas màquinas
recorriendo marcialmente la arena
y los fractales.

El sur derrotado por mi corazòn.

Por un organo de hierba
oprimiendo una lira, un voceo de hiedras
una piedra semejante al roquedal
y los maquillajes del cieno.

Pero asi no termina un poema.

Asi nada màs resiste en los ojos del hombre
el destino escondido en sus iris.

Y no hay iris que sea descenlace
del hado.




Guillermo Isaac Paredes Mattos.

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