miércoles, 24 de noviembre de 2010

La Lìnea de la Rosa

La belleza es el corazòn del infierno





Somos un desplazamiento
el que desciende cada noche como un àrbol en esa idea
llamada naturaleza.

Tambièn un repliegue, el nombre dado por la ilusiòn
entre pronunciaciones de sueño. Una marea
Hablo del momento en que la resaca
arrastra el reflejo lunar
hasta lo màs profundo de los mares.

Y hay que ser profundo para mirarlo,
escribirlo sintiendo que esa escritura es cima de martillo
clarinada de aura en angeles de contemplaciòn,
en sinònimos que acarician el eter con bastiònes rosados
y alas de mercurio.

Ante ello, sòy un navìo purpura
un dios dentro de mì alimentado por la sed y un hambre que
usualmente es poètica,
usualmente como los tòpicos y las epopeyas,
semejante a las hiperboles tejo rìos,
tal vez remordimientos,
nunca escribì dentro de ceremonias o ritos,
son ellos quienes escriben en mì.

Y ahora hablemos de la rosa.

En cada lìnea de su existencia ha ignorado mis palabras
en cada verso, en cada trozo,
mi espìritu vive despedazado en los confines del universo,
por eso escribo en sus
noches.

Antes que me alcanze la muerte, bajo el imperio del azul
debo hallarlas.


Guillermo Isaac Paredes Mattos

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